Idea 6: Competencias en educación. Estado, Comunidades y Padres.

Hoy en clase hemos estado hablando sobre la centralización de la educación en España y lo hemos comparado con los modelos educativos de otros países. En nuestro país el poder se encuentra dividido entre el estado 10%, las comunidades autónomas 49% y los centros educativos 41%. En otros países por ejemplo es muy distinto, por ejemplo, la ya comentada Finlandia -al final siempre volvemos a la misma referencia, por algo será-. En este caso más del 60% del poder recae en el ámbito local, mientras que el 40% restante se otorga a los propios centros. Otro ejemplo a destacar es Holanda, en la que más del 70% del poder es manejado por los centros educativos y el 30% de las decisiones restantes forman parte del gobierno central. El país con mayor centralización podríamos decir que es Turquía, donde más del 90% del poder es ostentado por el gobierno central, dejando un pequeño margen de decisión a los centros. Entonces podemos decir que España se encuentra a medio camino entre la centralización o descentralización, en cuanto a nuestro sistema educativo.

En la misma sesión también hablamos sobre el "homeschooling", que para que nos entendamos todos es la posibilidad de educar en casa. Los padres que eligen esta opción, se oponen a la escolarización de sus hijos en centros y optan por ofrecer ellos mismos los conocimientos necesarios y obligatorios año tras año. Estos contenidos están fijados en la LOMCE a través de las competencias básicas que los alumnos deben adquirir a lo largo de su vida estudiantil. Entre las competencias básicas encontramos:

• Comunicación lingüística.
• Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
• Competencia digital.
• Aprender a aprender.
• Competencias sociales y cívicas.
• Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
• Conciencia y expresiones culturales.

Para centrar esta idea, hemos visualizado un breve documental sobre una familia de un pueblo de Valladolid que lleva a cabo la educación en casa. De las siete competencias, a mí me ha tocado valorar la de aprender a aprender y ver si los niños del vídeo la habían alcanzado a través de este tipo de enseñanza. Yo creo que estos adolescentes sí que habían desarrollado esa capacidad, tenían curiosidad por aprender más cosas como japonés. Además, sabían perfectamente cuándo estudiar y cómo para aprender los contenidos de su año escolar. Tenían estructuradas ciertas zonas según la materia o tarea que iban a tratar, que con ayuda de sus padres hacían de su casa una clase. A parte de las asignaturas también realizan actividades extraescolares como ballet o taekwondo (o taikuondo si te apetece también nos vale porque menuda palabreja) lo que les permite desarrollar esta competencia en el aspecto personal y social.

A pesar de ver que se cumplían las competencias básicas, es un tipo de educación chocante y un tanto peculiar, ya que es un tipo de educación que requiere una dedicación total de los padres a sus hijos, algo que no todas las familias se pueden permitir más los gastos que supone aportar todo el material necesario (ordenadores, instrumentos musicales, libros, etc) en casa para que sus hijos puedan llevar a cabo su formación escolar. Aquellos alumnos en un entorno familiar o social desfavorecido tendrían menos posibilidades de aprender o de formarse y alcanzar ciertas metas laborales que otras alumnos que se encuentren en un núcleo familiar con un status económico alto. Esto implica que, si la escuela en casa fuese obligatoria, habría una gran desigualdad entre alumnos; por esta razón, creo que no se puede prohibir pero tampoco imponer como obligatoria. Otra característica a destacar, es que solo aquellos padres formados y con conocimientos básicos en diferentes materias van a poder llevar a cabo este tipo de eduación, lo que también deja a las familias sin estudios en un segundo plano, ya que podrían formar a sus hijos en valores pero no a nivel académico, siendo ambas importantes a lo largo de la vida. Por tanto, aunque estemos o no a favor, es un tipo de educación que al menos debería estar regulada, para que al menos aquellos interesados puedan llevar a cabo la educación de sus hijos sin problemas.