Idea 4: Ganemos el pulso al fracaso escolar
Por desgracia, a pesar de ser un país con un país con un buen sistema educativo, con comunidades a la altura de Finlandia, como ya hablamos de Castilla y León en publicaciones anteriores, somo un país con elevado fracaso escolar. Es un pena ver como muchos jóvenes deciden abandonar la escuela por diferentes motivos y como estos son despreciados por la sociedad. Estos jóvenes no solo abandonan sus estudios por no verse capaces de superar los mínimos o porque se ven inferiores a sus compañeros, viendo el vídeo vemos como la personalidad de los alumnos es un factor clave, tanto como el entorno social que les rodea. Influye de forma importante el entorno familiar, la clase, la localidad en la que se estudia, etc; debido a que sumando todos estos factores cada individuo se enfrenta a una concatenación de problemas que pueden impedir dar el 100% en el ámbito escolar.
En este caso, me voy a centrar en como se lleva a cabo la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado y la evaluación del proceso de enseñanza (Artículo 91.1.b) del BOE) y de como esta afecta a los alumnos. En el sistema español se plantea un currículum con unos contenidos mínimos, la evaluación se encarga por un sistema de puntuación del 1 al 10 de marcar si el alumno a superado esos contenidos mínimos o no, es decir, si ha conseguido adquirir el conocimiento esencial de las diferentes asignaturas año tras año. Esta evaluación debe valorar el esfuerzo diario, lo que implica un seguimiento diario, y debe aplicarse una evaluación en función de las capacidades del alumno. Existe un popurri de opiniones y de formas de actuar frente a la evaluación, en el video vemos como los profesores además de querer que sus alumnos lleguen a unos contenidos mínimos a nivel curricular, también quieren formar buenas personas capaces de introducirse dentro del mundo laboral adulto. Algunos profesores simplemente basan su evaluación en las notas de los exámenes, en la asistencia a clase y en la realización de ciertas actividades, todo esto por igual para todos los alumnos. Otros valoran cada caso de manera individual, siendo conscientes de cada situación y hasta donde puede dar cada alumno.
Desde mi punto de vista creo que es fundamental cumplir unos mínimos en el currículo escolar, pudiendo adaptar la asignatura a ciertas personas que tengan dificultades para facilitar a estos con problemas de aprendizaje a superar con éxito los cursos obligatorios. Por lo que creo que se debería mezclar las dos visiones expuestas, tanto ser exigente con el contenido como entender que no se puede exigir lo mismo a todo el mundo. De esta forma podremos ayudar a disminuir el fracaso escolar, haciendo que aquellos con alguna dificultad puedan superarse y motivarse a seguir estudiando. Se debe valorar sin duda también como alumnos con menores capacidades, ofrecen un gran esfuerzo para pasar de curso y poder darse una oportunidad en la vida. Debido a que si no se valora y no se les adapta ciertas asignaturas, este tipo de alumnos tenderán a la dejadez y a la retirada temprana del estudio, siendo excluídos tanto por la clase en el momento y por el sistema educativo, como por el mundo laboral en un futuro.
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